IMANOL ARIAS NEGOCIA CON LA JUSTICIA

Imanol Arias está afrontando una nueva etapa en su vida, después de terminar su trabajo en la serie Cuéntame, que protagonizo durante más de dos décadas.

El actor lleva varios años inmerso en un proceso de investigación por un presunto fraude fiscal, cuyo juicio se celebrará en junio, y por ello está ahora, en los últimos meses, preparando su defensa y ultimando los detalles con la Fiscalía.

Todo se desencadenó cuando empezó la investigación, hace ya más de ocho años, a través del caso Nummaria, una presunta trama de ingeniería fiscal, cuyo objetivo era, a través de un despacho de abogados, diseñar una especie de sistema para ocultar operaciones económicas de sus clientes a la Hacienda española.

Tanto la acusación como la defensa de Imanol, han reconocido a la prensa que están en un proceso de negociación, para evitar ir a juicio. En caso de que no se alcanzara un acuerdo, el actor se enfrentaría a una acusación que exige 27 años de prisiòn, mientras que la Abogacía del Estado pide incluso uno más. Sin embargo, el abogado de Imanol es un especialista en alcanzar acuerdos con la Fiscalía.

En esta causa, además de Imanol Arias, hay imputadas otras 30 personas. Está previsto que sean requeridos 86 testigos y peritos. El propio juzgado reconoce que se trata de un proceso especialmente complejo. 

Según la Fiscalía, el despacho diseñaba estructuras societarias complejas para ocultar a Hacienda los ingresos. Así, se cederían derechos de imagen a estas empresas, y luego se fijaban retribuciones por un importe muy inferior a lo facturado, como renta vitalicia. De esta manera, los clientes sufragaban sus gastos personales y familiares, además de hacer inversiones.

Con este sistema, obtenían una bonificación del sesenta por ciento, ya que tenían rentas vitalicias en lugar de rentas por actividad profesional.

Nada más conocerse la investigación, en 2020, Imanol Arias declaró rápidamente que devolvería todo el dinero, y negó ser conocedor de este presunto fraude fiscal. El actor insistió en que no debe, ni quiere entrar en ningún conflicto en su país, y que desconocía completamente cómo gestionaba el despacho sus ingresos.

Los responsables del despacho también le eximieron de toda culpabilidad y responsabilidad al respecto de esta causa.