Hollywood no solo nos ofrece fama, tentaciones y providencia en las pantallas, sino también en la vida real. Y, para muestra, vamos a hablar sobre cómo Eddie Murphy, uno de los cómicos más queridos y respetados de la industria, está absolutamente convencido de que "Dios lo cuidó" cuando rechazó la vida fácil en la década de los ochenta.
Hace poco, el actor habló sobre una anécdota en su vida privada que, para él, demuestra la existencia de Dios, hasta el punto que está convencido de que cuidó de él en el momento más oportuno. Eddie estaba en un bar con solo diecinueve años. Acompañado de dos legendarios actores, John Belushi y Robin Williams. Era una época conflictiva para éstos últimos, porque si destacaban por algo, además de por ser actores brillantes, es por llevar una vida repleta de excesos. Según Murphy, ellos comenzaron a consumir cocaína frente a él y le ofrecieron un poco. Pero, a pesar de estar rodeado de presión y tentación, él dijo: 'No, estoy bien'. ¿Te imaginas la presión en ese momento?"
Pocos años después, John Belushi falleció a los treinta y tres, por una sobredosis de heroína en mil novecientos ochenta y dos.
Robin Williams superó las adicciones, después de tres décadas combatiéndolas, y acabó suicidándose en dos mil catorce al saber que tenía una demencia que iba a dejarle parecido a como está hoy día Bruce Willis.
Además de esos dos compañeros, Murphy también se refirió a otras grandes estrellas que sucumbieron a las tentaciones. Habló de Michael Jackson, que falleció a los cincuenta años por una sobredosis de tranquilizantes en dos mil nueve. También de Elvis Presley, que se fue al otro mundo a los cuarenta y dos, vícrima del abuso de medicamentos recetados.
En su entrevista con el podcast 'The Interview', Murphy explicó que nunca sintió el deseo o la curiosidad de probar esas sustancias. Para él, esta falta de interés fue una señal de providencia divina, algo que, en retrospectiva, lo protegió de los peligros que enfrentaron muchos de sus colegas.
En la actualidad, Eddie tiene sesenta y tres años, y es padre de diez hijos. Dice que no tomó ninguna postura moral. Que, sencillamente, no le interesaban esas cosas. Para él, el solo hecho de no sentir deseo o curiosidad es ya providencia. Por eso está convencido de que Dios lo estaba cuidando. Está absolutamente convencido de que, especialmente siendo afroamericano, algo debe estar cuidando de ti cuando alcanzas la fama siendo muy joven.
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