Kiko Rivera asistió como invitado al programa de Marc Giró "Late Xou".
Allí soltó varias confesiones que, como ya es habitual, no han pasado para nada desapercibidas.
El cantante fue a hablar, en principio, sobre su nuevo single, "Malibú". La cosa empezó con tranquilidad, y acabó casi en drama telenovelesco, según Marc le iba haciendo preguntas cada vez más personales.
Kiko reconoció, primero, que le encanta dormir en el sofá. Resulta que fue durante su participación en Supervivientes, hace ahora unos doce años, según recordó, cuando aprendió a dormir prácticamente en cualquier sitio.
Reconoció que ni siquiera se ha aprendido la coreografía de su propia canción. Dijo, y cito textualmente: "Siempre hago lo que me da la gana en el tema de los bailes. Bueno, en los demás también, pero siempre con cabeza. Cabeza he tenido toda la vida, tengo un cabezón, pero he madurado".
Una de las cosas que más le inquietan últimamente son las letras de las canciones que están de moda. "Cada uno canta como canta, o escribe como escribe, pero no comparto algunas letras que salen. Está todo como muy maleante últimamente. Pienso en mis hijos, menores de edad, que escuchan esas letras, y no saben lo que dicen, pero yo sí".
En este sentido, asegura que sus letras van orientadas, cada vez más, a la defensa de derechos humanos, el feminismo e incluso los derechos de minorías. Suena a cachondeo, sí, pero lo aseguró completamente en serio.
La mayor satisfacción que tiene hoy día es que la gente ya empieza a reconocerle por su obra musical, y no por ser el hijo de Isabel Pantoja.
También le encanta mantener la disciplina laboral. Todos los días se levanta a las cuatro y media de la mañana. Hace unos años, eso habría sido ciencia ficción para él. Dijo textualmente "a esas horas estaba con la penúltima copa". Marc Giró le preguntó sin tapujos si ha´dejado definitivamente los estupefacientes. A este respecto, Kiko declaró: "Gracias a Dios". Marc sentenció: "Yo he vivido lo mío, aunque no creo que llegara a lo tuyo, pero te felicito".
Ya para terminar, quiso dejar claro Kiko: "Quiero que la gente entienda que para mí es muy difícil. Vivo la noche, me dedico a la noche. Aguanto, y cuando veo que sale el demonio, porque siempre acaba saliendo, me voy para el hotel. Lo que más difícil me resulta es no probar el alcohol, ese es el problema", reconoció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario