Isabel Pantoja no levanta cabeza, asediada por un océano de deudas con Hacienda.
De nada está sirviendo cantar como si no hubiera un mañana, la tonadillera se ha visto obligada a vender su ático en Fuengirola para cumplir con el calendario de pagos con Hacienda.
Al parecer, según contó en el programa de Ana Rosa el director de Lecturas, Luis Pliego, Isabel vendió el 19 de diciembre, aunque tiene previstas varias otras ventas a lo largo del 2024.
La cantante tenía la intención de vender solo uno de los dos apartamentos, pero el propietario de la otra mitad la ha convencido para que venda conjuntamente.
Ahora la vida sigue, y las deudas con ella. Con esta venta ha recaudado dos cientos mil euros, pero todavía debe a Hacienda más de un millón, por lo que ni en broma le llega para respirar.
Los periodistas volvieron a insistir en que el estado financiero de la Pantoja es tan crítico, que en estos momentos, todo lo que ingresa pasa directamente a manos de Hacienda, incluyendo cada concierto y cada venta.
A esto hay que sumar la terrible relación con sus hijos, que al parecer siguen sin hablarse con ella, sin que haya, al menos por ahora, indicios de que la situación vaya a cambiar, al menos a corto plazo.
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