Su Majestad la Reina Doña Letizia parece haber sufrido un ataque de rabia e impotencia al filtrarse al público los motes que sus sobrinos le han puesto.
Desde luego, Doña Letizia es la más polémica de la familia del Rey Felipe VI desde que se convirtió en reina en 2004. Primero, recordemos que antes de entrar a la realeza, Letizia era una periodista divorciada. Hija de un taxista también divorciado, su relación con la Casa Real ha estado rodeada de rumores desde el primer día.
Existen abundantes indicios de que tanto Don Juan Carlos como Doña Sofía entraron en miedo y asco, y no precisamente en Las Vegas, cuando supieron que su hijo se casaría con una plebeya.
Anteriores amores de Felipe, como Eva Sannum e Isabel Sartorius, desaparecieron de su vida debido a desaprobaciones familiares, pero Letizia demostró ser una fuerza imparable. Tan imparable, que numerosos memes por Internet la asocian a los draugr de Skyrim y Valheim.
Pero eso no es todo, ¡ni mucho menos my friend! Resulta que Doña Letizia también tiene alta tensión con sus cuñadas, la infanta Doña Elena y la infanta Doña Cristina, ¡e incluso con Jaime de Marichalar!. Así que ya saben, la próxima vez que crean que su familia tiene drama, ¡recuerden a nuestra querida Casa Real y piensen que podría ser peor! ¡Vamos, con energía! Show must go on!!
Y es que el caso Nóos, un escándalo que afectó gravemente la imagen de la monarquía, complicó aún más la relación de Letizia con la familia, especialmente con Cristina e Iñaki Urdangarin.
Por todo ello, está harto confirmado que los hijos de Doña Elena y Doña Cristina no tienen aprecio hacia la reina consorte, e incluso según fuentes cercanas a Palacio revelaron al diario Moncloa, algunos primos de la infanta Doña Leonor y Doña Sofñía la llaman "bruja", y nunca por su nombre o por tía, cuando hablan sobre ella en WhattsApp.
Claro, porque quién no tiene un pequeño roce familiar de vez en cuando, ¿verdad? Todos hemos sido etiquetados de 'brujas' o 'brujos' por algún primo molesto en la última reunión familiar... ¿no? Y ya saben, en todas las casas cuecen habas, aunque claro, en las casas reales supongo que las cuecen con agua destilada y en ollas de oro. Y obviamente, estar bajo el escrutinio público sólo añade ese toquecito extra de... 'sencillez'. ¡Ah, la vida en palacio! Tan 'normal' y 'relatable'.