Coincidiendo con el fallecimiento de la gran actriz Shelley Duvall a los setenta y cinco años el doce de julio, volvieron a abrirse debates respecto a los posibles mensajes ocultos en el Resplandor, la obra de Stanley Kubrick.
La película, de mil novecientos ochenta, es una adaptación del libro con el mismo título escrito por Stephen King.
Un documental titulado "Habitación doscientos treinta y siete" analiza los supuestos mensajes ocultos que el realizador introdujo.
Tanto el libro como la película tratan sobre Jack Torrance, un escritor que intenta volver a crear una nueva obra, y que además es alcohólico en recuperación.
Encuentra un trabajo muy adecuado, porque será en un hotel, en pleno invierno. Solitario y donde podrá trabajar en silencio. Allí acude con su esposa y su hijo.
No son pocos los analistas que están convencidos de que "El Resplandor" no es solo una simple película de terror. Los diálogos, las ropas e incluso el mobiliario tendrían un doble significado en todo momento.
El profesor de historia Geoffrey Cocks sostiene que hay referencias explícitas al exterminio del pueblo judío. El número cuarenta y dos aparece en la camiseta de béisbol que el pequeño Danny lleva. También en una escena, donde se está emitiendo en televisión "Verano del cuarenta y dos". Fue en mil novecientos cuarenta y dos, cuando los oligarcas alemanes tomaron la famosa "solución final" en la conferencia de Wannssee. Los hay que ven esta referencia incluso en el coche de la familia de Torrance, que en el libro es de color rojo, y en la película amarillo: El color de la estrella de David utilizada para señalar a los judíos.
Por su parte el excorresponsal de guerra Bill Blakemore, sostiene que en realidad, "El Resplandor" reflexiona a fondo sobre el abuso a los indígenas estadounidenses.
Ya al principio de la película se trata este tema. Se cuenta que el hotel Overlook fue construido en mil novecientos siete sobre un cementerio indígena. Fue en ese mismo año, cuando el gobierno estadounidense reubicó a las poblaciones indígenas, y cambió su nombre al de Oklahoma.
En otra escena, Jack hace rebotar una pelota de goma contra un tapete indígena colgado en la pared de la recepción del hotel, mientras que en la despensa están acumuladas latas de levadura marca Calumet, nombre de una pipa de paz indígena.
Pero, sin duda, la teoría más curiosa de todas es la de que, en "El Resplandor", Stanley Kubrick reconoce abiertamente que el alunizaje en la Luna es una historia falsa. Resulta que, en una escena, Danny está jugando con autos de juguete sobre el extraño diseño de la alfombra del hotel. Está sentado dentro de una forma hexagonal, la misma que, asegura Weidner, tiene la plataforma de lanzamiento del Apolo 11.
Y es justo entonces, cuando Danny se levanta y empieza a caminar hacia la habitación doscientos treinta y siete. Precisamente en los años sesenta, se enseñaba en las escuelas de Estados Unidos que la distancia a la Luna era de doscientas treinta y siete mil millas.
Lo más curioso es que, en el libro, la habitación es la doscientos diecisiete, y Stanley Kubrick la cambió a la doscientos treinta y siete en la película.
A este respecto, Kubrick dijo que, en el hotel Timberline Lodge de Oregón, donde se rodó el filme, había una habitación doscientos diecisiete, pero que el personal estaba muy asustado de que nadie quisiera hospedarse allí después de que saliera la película. Así que, según dijo, por eso le cambiaron el número.
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