Aunque no ha sido ninguna sorpresa, porque ya todos lo daban por hecho, el divorcio entre la infanta Doña Cristina y don Iñaki Urdangarín ha supuesto un vuelco en la vida de sus seres queridos.
Recordemos que, hace ahora 2 años, la revista Lecturas publicó un completo reportaje en el que se hizo oficial la historia de amor romántico entre don Iñaki y doña Ainhoa Armentia. Esto fue, según fuentes cercanas a la infanta Doña Cristina, un mazazo brutal del que tardó semanas en recuperarse.Por ahora, ninguno de los hijos de la pareja ha dado muestras, al menos cara al público, de apoyar o rechazar la relación entre don Iñaki y doña Ainhoa, y eso que cada vez suenan más fuertes las campanas de boda.
Lo único que ha sucedido es que doña Irene se ha querido alejar lo máximo posible del foco mediático, y está de viaje en Camboya, al otro lado del mundo. Este viaje, supuestamente, es por motivos benéficos, para tomarse un año sabático colaborando como voluntaria en Asia. Dicen que tomó esta decisión tras hablarlo con su hermano Don Juan, quien también estuvo como voluntario cooperante en Battambang, una ciudad camboyana donde tiene presencia la fundación jesuita de Kike Figaredo.
Durante estos últimos meses, doña Irene ha estado viviendo en el Palacio de la Zarzuela con su abuela. Este cambio tan radical lo afronta después de haber estado cursando en la Cruz Roja en el mes de octubre de 2023. Además, según reveló la revista ¡Hola!, su madre la acompañó en el viaje.
Y es que, al parecer, las dos entraron en contacto con el mundo de la cooperación en Camboya, además de por las charlas con Don Juan. gracias al Área Internacional de la Fundación La Caixa, precisamente el sitio donde trabaja la infanta.
Doña Irene permanecerá previsiblemente en Camboya los próximos 6 meses.
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