Ricky Martin quedó absuelto y sin cargos por parte de la Justicia de Puerto Rico, que valoró nulas todas las acusaciones de su sobrino, Dennis Yadiel Sánchez Martín, quien lo acusó de reiterados abusos sexuales y maltrato psicológico y físico.
El joven de 21 años lo denunció y empezó a hacer una gira por numerosos medios de comunicación, por la que, según fuentes cercanas a la familia, habría recaudado una cantidad millonaria.
Durante todo el proceso, la policía de Puerto Rico presentó supuestas evidencias que, según el comunicado oficial de la Fiscalía de San Juan, no tienen ningún tipo de sustento, y se basan exclusivamente en testimonios de Dennis, sin haber una sola prueba, indicio o testigos que corroboren lo que denunció.
Ricky tuvo que atravesar toda una tormenta en medios de comunicación durante años. La rumorología y quienes se posicionaron a favor de su sobrino le han dado más de una noche de insomnio. Esto ha hecho cuestionarse, una vez más, hasta qué punto se puede confiar exclusivamente en los testimonios de una persona, cuando denuncia haber sufrido abusos de cualquier tipo.
Hace casi dos años, Ricky Martin presentó una denuncia contra su sobrino por intento de extorsión, persecución maliciosa, abuso del derecho y daños y prejuicios, exigiendo 30 millones de dólares de indemnización. En respuesta, su sobrino presentó otra en la que, por abusos, le exigía 10 millones.
Ahora todo el asunto queda zanjado, y el Tribunal de Primera Instancia de San Juan ordenó poner protección a Ricky Martin contra su sobrino, del que todo el entorno tanto familiares como amigos confirman tiene problemas de salud mental. De hecho, su propia madre ha pedido que ignoren sus denuncias de haber sido abusado.
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